ACOSO O JUEGO DE NIÑOS
Las novatadas existen de siempre. Resultan divertidas y quedan como anécdotas para nuestro recuerdo, como algo que nos hicieron en un momento importante o crucial de nuestra vida. Sin embargo, quienes aprovechan la veteranía para el acoso, las humillaciones y las amenazas, que convierten en un “infierno” la vida de la víctima, se extralimitan. Ya no es un juego; y menos con el consentimiento jerárquico de quienes dirigen las instituciones donde no apoyan ni ayudan a la víctima porque creen que nada pueden hacer o en el peor de los casos consideran algo “normal”.
DENUNCIA AL ACOSADOR
Si crees que con tu silencio se va a arreglar el “asunto” estás muy equivocado porque los que humillan y acosan actúan en grupo, cobardemente, harán una piña para que acabes subordinado a sus leyes. Plataformas como Change.org recogen las peticiones de quienes se sienten indefensos o luchan por acabar con muchos sinsentidos. Internet es una ventana al exterior donde puedes dar a conocer tu calvario. Denunciar a los acosadores ante la Justicia es lenta, cara y nunca tienes la seguridad de que acaben siendo condenados por delito. Pero es otra posibilidad. Quizás te ayuda si te pones en contacto previamente con la asociación “No más novatadas” (https://nomasnovatadas.org/) que luchan para que se cumplan las leyes en vigor.
YA NO ES TRADICIÓN
No pueden valorarse como una tradición. Los que la sufren acaban con episodios de violencia psicológica, física y en contadas ocasiones prefieren el suicidio a seguir siendo maltratados. No se puede mirar para otro lado cuando lo que hay que hacer es acabar con toda esta estructura dañina. Es impensable que con el paso de los años las “tradiciones” de toda la vida va cambiando y las novatadas sigan sin erradicarse. Pongamos fin a estas ESTÚPIDAS y humillantes vejaciones.
Tenemos antiguas tradiciones que en la actualidad luchan por lo que creen ser una aberración y al final han conseguido que se actualicen, modifiquen o sea regulado por ley. En algunos festejos populares solo participaban los hombres hasta que eso ha cambiado y hoy día hombres y mujeres disfrutan en armonía, plenamente integrados.
ESTO NO SON BROMAS
Llegados a este punto, por si no conoces a lo que me he ido refiriendo, voy a enumerar algunas de las barbaridades que las víctimas han sufrido en sus carnes. Piensa que no es ciencia ficción, son hechos REALES:
- Encierran a un grupo de novatos en un cuarto donde reciben latigazos con un cable
- Les obligan a beber champú, vinagre o aceite
- Apagan cigarrillos encendidos sobre los novatos
- Fotografiarlos desnudos o en poses muy humillantes y subirlas a la red
- Les arrojan disolventes, lejía u otras sustancias altamente peligrosas
- Acaban ensangrentados o malheridos después de ser lanzados por un terraplén
No sigo para no dar crédito a quienes quieren coger ideas para luego mal aplicarlas.
UNA RUEDA SIN FIN
Si quitamos las máquinas tragaperras, se comenta que acabaríamos con muchos ludópatas. Si se legaliza la droga no habría mafiosos, desaparecería el comercio ilegal y se reduciría drásticamente el precio de las drogas.
En nuestro caso, los veteranos que sufrieron novatadas vejatorias, si en lugar de querer vengarse e incluso acudir a foros para informarse de cómo pueden ser más retorcidos, fueran humildes y dejaran de participar en esta vergüenza de evento, prácticamente se aboliría de la sociedad. Está muy bien que políticos debatan propuestas para acabar con las novatadas, pero lo más lejano que llegan es a analizar cómo prevenir e impulsar distintas medidas que no surten efectos prácticos. No hay sanciones, ni un programa de actuación concreto. Al menos tenemos que ser agradecidos que a estas alturas del siglo hayan reflexionado y exista una campaña de concienciación.
Lo más práctico es empezar a dar nombre y apellidos de los “veteranos” y no te avergüences. Pide ayuda. Recuerda que es mucho más fácil decir NO si estás en grupo a si estas solo.
¿Tienes dudas sobre cómo proceder?, ¿Estás preocupado de cómo van a acabar las cosas? Escribe contando tu caso.