Respira para calmar tu mente
Uno puede pasar varios días sin comer, sin beber, sin dormir, pero no sin respirar. Respirar para vivir es mucho más que llevar oxígeno a los pulmones y eliminar dióxido de carbono.
Habrá días en los que sentirás que las jornadas son calcadas al anterior, que el tiempo no pasa. Tienes dificultad para respirar porque no puedes reflexionar sobre las razones de tu existencia.
Observa esta lista de objetos cotidianos que pueden iluminar tu día a día. Pueden ser tan simples y variados que pasan inadvertidos con frecuencia. De hecho, pueden indicar un problema de falta de atención.
Perdona a los que te han lastimado. Sé consciente de que tu corazón está latiendo, de que a tu alrededor hay personas que te recuerdan. Comparte estos momentos con ellos. No esperes y haz una llamada para darles los buenos días o las gracias. Por lo tanto, quítate la vergüenza. Toma tus propias decisiones, sin miedo, y lleva las riendas de tu vida.
Respirar es salud
Si has prestado atención, habrás encontrado tu camino para descubrir tu motivación. Sin embargo, hay que asumir riesgos. No puedes quedarte estancado. Por ese motivo, debes ir eliminando tus límites y superando tus miedos. La vida no se vive realmente si no tomamos decisiones y las llevamos a cabo.
Nuestros seres queridos más cercanos fueron los primeros en recibir un abrazo. Aún así, atrévete a amar sin miedo. Deja que conquisten tu corazón y si al final te decepciona, recuerda que siempre habrá alguien ideal para ti. Es aburrido ver los días comenzar y terminar sin motivación, desperdiciados con listas de tareas pendientes y sin nuevas experiencias.
Respirar para vivir, para poder decir lo que estas pensando, para sentirte vivo. Al respirar, fuiste capaz de observar, reflexionar y decidir cómo quieres que sea tu presente. Abre una nueva página en tu vida y ríete tanto como puedas. Al final, tus virtudes superan tus defectos. A la hora de dormir, no te quedes con lo que no salió bien. Estoy seguro de que todas las demás las hiciste correctamente.
Nadie se conoce mejor que uno mismo. Si eres capaz de reconocerlo y aceptarlo, sonríe porque cada día vas superando tus objetivos.
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