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Aprendo a renunciar al pasado, a dejarlo ir. Mis metas y objetivos en la vida han dejado de coincidir con los de esas personas.
1- ⭐ Dejo a las personas a las que ya no les importo.
2- ⭐ Marco una frontera entre por quienes lucho y por quien renunciar
3- ⭐ Aprendo de las experiencias del pasado y saco provecho del dolor
4- ⭐ Aligero la carga sobre mí, renunciando a las cosas que pesan.
✅ No se debe renunciar al pasado porque sea malo, sino porque está muerto.
Ya no miran en nuestra misma dirección, sus metas y objetivos en la vida han dejado de coincidir con los nuestros. La renuncia es voluntaria, ¡realmente no quieres hacerlo!, pero debes tomar esta decisión para no continuar sufriendo en la relación.
Marco mi frontera entre por quienes lucho y por quien renunciar. Puedes arreglarlo de la misma manera en que aceptaste a esas personas. Un día subieron a tu tren y ahora se bajan para no seguir el mismo camino. No son felices a tu lado y nadie es dueño de nadie.
Me doy cuenta que lo que ayer dolió, hoy ya no me importa. No podemos cambiar lo que nos ha generado dolor y sencillamente debemos aceptar, sin resignación, siendo conscientes de que no está a nuestro alcance un resultado diferente. A partir de ahí viene el aprendizaje, en cuyo transcurso, lo vivido se transforma en experiencia, donde uno puede sacar finalmente provecho del dolor.
Vídeo
¿Qué ganas con renunciar al pasado?
Para aligerar la carga sobre mí, renuncio a las cosas que me pesan. Es importante descubrir qué ganancias secundarias obtenemos al mantenernos en esta posición y qué creencias y pensamientos equivocados tenemos al respecto, para lograr los cambios necesarios.