Introducción
La percepción de uno mismo es el proceso de atender la información selectiva y asignarle un significado. Elegir esa información depende de:
- Nuestras necesidades personales
- Nuestros intereses
- Nuestras expectativas
En resumen, es el ideal o imagen mental que tienes acerca de tus habilidades, conocimientos, aptitud y personalidad.
¿Quién y qué soy?
Según sea nuestro comportamiento reflejamos una imagen a las personas que nos rodean. Si ayudamos a alguien, nos tacharán de amables. Si defendemos nuestras creencias, dirán que tenemos carácter y firmeza. De la misma manera que la adquirimos de otras personas, nosotros también nos adueñamos una noción de nosotros mismos. Nos atribuimos a nosotros mismos rasgos y características en función de nuestro propio comportamiento.
Empezamos a actuar de manera cortés para que nuestra imagen tienda a reflejar para nosotros el sentido de nuestras acciones, y así nosotros mismos nos calificamos como personas educadas o correctas. Si para ti es fácil hablar delante de un grupo de personas, puedes concluir que eres un orador nato.
Con esta teoría de la autopercepción, nuestro comportamiento puede llegar a cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos a lo largo del tiempo.
La autopercepción es la acción de cómo nos sentimos, por la forma en que compartimos con el entorno. Si soy una persona muy activa, pensaría que estoy feliz, pero si por el contrario uno de esos días estoy como sin ganas de realizar nada, derivaría en la percepción de que me encuentro triste.
Vamos a sincerarnos con nosotros mismos e intentar mirar dentro y enfrentarnos con lo que hay. Dejar que reaccionemos según lo que sentimos y no como se espera que debemos reaccionar.
Podemos entonces empezar a cambiarlo modificando nuestro comportamiento.
Ahora responde a esta pregunta pensando en tus conductas a lo largo de la vida, ya sea con respecto a los demás o respecto a ti:
- ¿Qué conclusión extraes acerca de ti mismo a partir de lo que observas de tu comportamiento?
Ejercicio nº 14
Piensa en algo que siempre has querido hacer pero que no te has atrevido a intentarlo por miedo al fracaso. Luego, ve y hazlo. Puede ser presentarse a un casting, apuntarte en un deporte, pedirle a alguien una cita, empezar aquel artículo o aquel libro que siempre quisiste escribir… Cuando lo estés haciendo, y también en cualquier otro momento de tu vida, asume una actitud optimista… aunque al principio tengas que simularla: busca nuevas oportunidades para salir de tu zona de confort, pide ayuda y opinión, admite tus errores…, todo lo que haría un optimista. Presta atención a tus pensamientos, las emociones que sientes y la manera en que te comportas cuando estas fuera de tu zona de confort.
Lista de agradecimientos
Continuamos con el ejercicio nº 1. Escribe las razones por las que estas agradecida.
Día 1: Estoy agradecido por…